martes, 3 de abril de 2012

Doctor Juan Carlo Amatucci.

Medicina.

El trabajo sedentario empeora los síntomas de la fibromialgia.
Publicado en : Rheumatology International (2012);
doi: 10.1007/s00296-010-1523-1

Investigadores de la UNED descubren que, cuando el 

trabajo que desarrollan estos pacientes no implica 

actividad física, la enfermedad se agrava.

"Las personas que realizan un trabajo sedentario, que implica 

poca actividad física, tienen una peor condición neuromuscular 

lo que puede agravar el padecimiento de la fibromialgia”, 

explica Miguel Ángel Vallejo, catedrático de Psicología Clínica 

del Departamento de Psicología de la Personalidad, 

Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED. 

Ésta es la principal conclusión de un estudio publicado 

en la revista Rheumatology International.

La fibromialgia, que afecta sobre todo a mujeres, es una 

enfermedad que implica dolores crónicos de músculos, fatiga 

intensa, alteraciones del sueño, rigidez en las articulaciones, 

trastornos cognitivos y diferentes cuadros de ansiedad y 

depresión.

El estudio, realizado por investigadores de la UNED 

en colaboración con expertos del Hospital Gregorio Marañón 

(Madrid), del Hospital General Universitario de Alicante y de 

los laboratorios Pfizer, se apoya en las entrevistas personales 

mantenidas con 301 pacientes (291 mujeres y 10 hombres) 

de 15 centros hospitalarios de toda España.
La población estudiada llevaba más de diez años con la 

enfermedad. 

De todos ellos, 171 se encontraban en activo, y a 

su vez se dividían en aquellos que habían sufrido una invalidez 

temporal laboral durante los últimos doce meses, un 67,8%, y 

aquellos que habían podido trabajar de forma regular, un 

32,2%.

La actividad física ayuda.

La investigación revela que trabajar resulta beneficioso para 

este tipo de pacientes, “siempre que la tarea se ajuste a la 

capacidad funcional”, matiza el doctor Vallejo. 

De esta forma, si el enfermo realiza una actividad excesiva, 

fatigándose o sufriendo dolor, la actividad laboral podrá 

empeorar la enfermedad.

Puesto que la mejora de la condición física resulta positiva 

para el paciente, son perjudiciales aquellas actividades 

sedentarias que implican un escaso esfuerzo físico, como 

el trabajo de oficina, conducir o atender en un comercio.

"También es negativo reducir e incluso anular prácticamente la 

actividad”, asegura el investigador. "El trabajo es, en muchos 

casos, el principal ámbito de desarrollo personal y socia, por lo 

que su abandono supone una pérdida muy relevante para la 

persona”.

El estudio pone de manifiesto la influencia de esta dolencia 

en la jornada laboral de los pacientes: de los 101 pacientes 

que no trabajaban, el 66,9% dejó su empleo a causa de la

 fibromialgia.

Una población estigmatizada además de enfrentarse a la larga 

lista de síntomas de la enfermedad, los enfermos chocan 

a diario con la incomprensión de sus familiares, amigos 

y compañeros de trabajo. 

La persona con fibromialgia se encuentra estigmatizada 

socialmente”, afirma el investigador. 

“Como se trata de una enfermedad con causa desconocida, 

algunos médicos cuestionan su existencia y la estigmatización 

aumenta porque es una dolencia que se da,     

fundamentalmente, en la población femenina".