CONGRESO SALUD, CRISIS Y REFORMA. 

DISCURSOS INAUGURAL Y APERTURA‏

DISCURSO DE APERTURA Dr. Juan Manzur. Ministro de Salud de la Nación. Quiero transmitirles el saludo, el afecto y el deseo de éxito para este encuentro de nuestra Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner. También el Gobernador de la Provincia, CPN José Alperovich, me transmitió su entusiasmo y especial agradecimiento a los organizadores por animarse a hacer algo así en Tucumán. El Prof. Dr. Ramón Carillo, decía: "Un pueblo enfermo no es un pueblo digno". y a partir de ahí comienza a generar la accesibilidad de la salud a los más vulnerable.  En ese momento no había presencia del Estado asumiendo un rol activo. En su comienzo Impulso construir 239 hospitales e institutos, en todo del país. Para reflexionar mi experiencia personal en la Pcia. de Buenos Aires, me tocó el 2001/2002, cuando el país había quebrado y no teníamos esperanza. Trabajamos juntos el sector estatal y las entidades del sector privado y empezamos a pensar como podíamos atender a nuestra gente. Decidimos trabajar codo a codo, dando comienzo a la solución de los problemas  En el 2003 el Gobernador Alperovich me convoca. Tucumán tenía la mortalidad infantil más alta del país, se producían más de 12 mil partos, estábamos desbordados. El Gobernador tomó la decisión por decreto de contratar 5000 partos al sector de las entidades privadas. Pero esta crisis también nos permitió una oportunidad, se realizaron obras de infraestructura importantes. Veíamos que una de las opciones era la de articular y sumar esfuerzos, con la rectoría del Estado y el Ministerio como conductor de la salud. Desde el año 2003 para adelante sistemáticamente se empezó a transitar un camino con la idea de generar equidad, acceso y posibilidades de salud en nuestro país.  Hoy se habló de federalismo, que tiene idiosincrasias culturales diferentes en lo socio-sanitario que también hay que tener en cuenta.  En materia de salud no hay cambios mágicos. Existe la planificación, una imagen objetivo, una direccionalidad , la salud no cambia de un día para el otro, las acciones exceden la gestión de un gobierno. Argentina tenía una epidemia fenomenal de hepatitis A. En el año 2004 hubo 68 mil casos en chicos. Se incorporó la vacuna al calendario. Pasó el 2004 al 2010, y se redujo solo a 100. No hubo ningún trasplante de hígado en Argentina a causa de hepatitis A y no se murió ningún chico a causa de esta enfermedad.  En este momento, está en ejecución, 2500 millones de pesos en obras de infraestructura sanitaria. Esto habla de una decisión política de apostar al cuidado de la gente. Norberto Larroca mencionaba con mucho énfasis "la esperanza", hoy estamos mejor; la gente tiene esperanza. Sabemos lo que está pasando en el mundo, los problemas sociales y sanitarios que hay en lugares como Inglaterra, Italia, Francia, América del Norte analizan reformas. También en muchos países vecinos no siempre se garantiza el acceso a la salud. Nos encontramos ante un escenario con nuevos paradigmas. Argentina cambió estamos en otro contexto, por eso tenemos que avanzar hacia una reforma.  El mundo cambió, la epidemiología, las estadísticas, el análisis, la capacidad de reacción frente a situaciones externas o internas que pueden llegar a pasar. Es justamente donde debemos articular, y sumar esfuerzos y conociéndonos cada vez más. Coincido absolutamente que el centro de todo nuestro accionar tiene que ser el hombre, porque de lo contrario perdemos el objetivo. Seguramente habrá muchos otros temas por resolver: capacidad de respuesta, financiamiento, coberturas, etc. Pero habrá que discutirlos acá tendremos que ver de qué manera le damos a cada uno lo máximo que esté a nuestro alcance. Hay que apostar a la salud, no existe un pueblo y no existe un país que crezca y que vaya para adelante si no está sano. En el año 2002, el país tenía 9 millones 800 mil beneficiarios dentro de la seguridad social; hoy tiene casi 20 millones de beneficiarios.  Todos podemos imaginar un futuro mejor es el principal desafío. Esta reunión, con actores centrales que a diario toman decisiones en materia de salud es el lugar adecuado. Celebro que se hagan en el interior sirven para repensar nuestro país a partir del federalismo, sumando, conociéndonos más y generar lazos indispensables con la confianza del uno con el otro para tener claro el rumbo. Normalmente para dejar inaugurado un encuentro de esta categoría y nivel se acostumbra a decir "ojalá tengan éxito". Yo quiero decirles que no tengo dudas de que el hecho de que hoy estamos todos juntos, con una actitud positiva y mirando de frente al futuro, hace que tengamos el éxito asegurado.  Y para cerrar vuelvo a la frase con la que empecé: "Un pueblo enfermo no es un pueblo digno". Entre todos podemos darle cada día más dignidad a nuestra gente. DISCURSO INAUGURAL Dn. Norberto Larroca.  Presidente del Congreso y de la Federación Latinoamericana de Hospitales (FLH). Saludo al Sr. Ministro de Salud de la Nación, a las autoridades nacionales, provinciales, internacionales y a todos los presentes, es realmente impactante la respuesta a la convocatoria, que genera orgullo y emoción.  No es casual que por primera vez en nuestra historia hagamos el Congreso Internacional en esta provincia. El Ministerio de Salud y la Asociación de Clínicas dan el ejemplo de integración, que muestran que podemos trabajar juntos en beneficio de las comunidades. La nuestra es una Entidad Federal, donde se nuclean instituciones y personas de todo el país. Nuestra meta es llevar el conocimiento y el entendimiento entre todos los actores de la salud a todos los rincones de nuestra patria, mejorando la calidad de los servicios. Hoy estamos viviendo una crisis mundial que vengo anticipando como un cambio de era, donde la economía y el poder político se están reposicionando de manera distinta a lo aprendido. En este ciclo es muy importante que los sectores ocupen el lugar que les corresponde en la construcción de los nuevos paradigmas. El camino que elegí, fue trabajar en la concientización del sector para construir la esperanza de brindar atención sin excluidos, es posible. La salud es uno, o tal vez el principal de los derechos humanos. La importancia de fortalecer el primer tramo de la existencia garantiza una mejor calidad de vida en el futuro. Cuanto más cuidemos lo que creamos más grande va a ser la Nación que planifiquemos. Por eso la salud es el primer derecho humano; y como tal es nuestro deber desarrollar sistemas que sirvan para un mundo mejor. Tenemos que hacer un gran esfuerzo, trabajando para adelante, analizando los malos ejemplos que nos marcan la exclusión y la injusticia social, y ver como somos capaces trabajando juntos para eliminarlos y avanzar hacia modelos de preservación de la salud que bajen los riesgos de toda la gente.  Conciencia y esperanza, es nuestro camino. Este salón está lleno de agentes sanitarios y sociales; todos somos instrumentos de un sistema de salud que puede ser mejor. Hemos elegido el camino de la nobleza, el de atender enfermos ahora hay que procurar que el hombre no se enferme. Quiero reafirmar el concepto básico de nuestro Congreso: Salud, Crisis y Reforma: el eje del sistema debe ser el hombre. Pensemos lo que está pasando en el mundo. Los países evolucionados están inmersos en una crisis económica que afecta notablemente a la salud. Me refiero a Inglaterra, Italia, España, Francia y otros que habían logrado niveles de satisfacción en la atención muy altos. En América estamos bregando construir sistemas que le den al conjunto de la sociedad la seguridad de atención que no tienen. Esto quiere decir que se deben repensar los actuales modelos de atención. Se acerca un nuevo ciclo de gobierno, que encuentra al país con la posibilidad de profundizar el modelo de la década dorada del crecimiento, anhelamos que esta profundización incorpore a la salud en la agenda. Al gobierno le enviamos el mensaje que tiene un sector de servidores públicos, Pymes de capital nacional, de mano de obra intensiva, muy dinámico, que trabaja 24 horas por día todo el año y que esta decidido a participar en la reforma del sistema sanitario argentino. En la mayoría de los países el sistema de salud no se comenzó a tratar. Se atiende con diversas formas de financiamiento la atención de la enfermedad, muchos de los programas existentes atienden a personas que no deberían estar enfermas, muchos de estos sistemas son cómplices de su enfermedad.  No sabemos cuál es el verdadero costo de la salud porque solo enfrentamos la enfermedad. Este es el paradigma que hay que cambiar, pero para hacerlo deben ser superadas barreras culturales que permitan avanzar hacia modelos sociales en beneficio de la comunidad. Hermano con hermano, debemos enfrentar la adversidad para avanzar hacia un mundo mejor. Tenemos que ser conscientes de que nuestro sistema debe ser un modelo integral de salud, donde en todo el país se garantice educación, trabajo y bienestar para evitar los conglomerados urbanos de las grandes ciudades donde se habita en condiciones infrahumanas generando día a día más enfermedad. No nos podemos dar el lujo de tener un sistema fragmentado donde según la cobertura que tenga el paciente se salve o muera. Tampoco gastar un 10% del PBI, y tener un sistema anárquico e ineficiente. Debemos alinearnos en un solo modelo conducido por el Estado donde el ente rector sea el Ministerio de Salud de la Nación, apuntando, a la atención de la salud con una planificación de mediano y largo plazo. Este es el gran desafío. Estamos hoy en Tucumán, cuna de la Independencia, tomemos como ejemplocomo se puede trabajar entre las Asociaciones de Clínicas y los Ministerios de Salud integradamente, también como organizar Congresos Internacionales en el interior del país, para debatir los grandes temas de la salud. Qué linda esta mañana, con este auditorio lleno de gente interesada por la salud, fue realmente extraordinario, antes juntos cantamos el himno, después Luna Tucumana, ahora en el cierre les pido nuevamente juntos cantemos "LA REFORMA."

LAS INSTITUCIONES AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD Salud, Crisis y Reforma.

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