martes, 20 de septiembre de 2011

Enviado por el      Prof. Dr. Juan Carlo Amatucci 
Director Fundador de CELCEA
Proponen formar a los docentes en el manejo de la anafilaxia. 
CELCEA capacita a los Docentes 
y les entrega el certificado
 " EDUCADOR SANITARIO EN ALERGIA "‏

En los últimos años está aumentando el número de niños con alergia a algún alimento y, por ende, los casos de anafilaxia, de los cuales el 20 por ciento se producen en el colegio, de ahí que desde la Asociación Española de Alérgicos a Alimentos y Látex (AEPNAA) pidan formar a los profesores y el resto de personal de los centros educativos para actuar correctamente en estos casos.
El hecho de que exista un porcentaje tan alto de reacciones alérgicas a alimentos en el colegio se debe a que es el lugar donde los niños pasan más tiempo y donde es más difícil poder controlar los alérgenos en las comidas.
Por este motivo, debe informarse a los docentes sobre qué es, porqué se produce, cómo se detecta, cómo se evita y algo fundamental, cómo se actúa.
CELCEA desde 1980  ha orientado sus charlas de Educación para la Salud, bajo esas premisas.
La propuesta pasa por una colaboración entre médicos, enfermeras comunitarias y escolares, personal escolar, padres y el niño para asegurar que los menores alérgicos estén protegidos.

Las escuelas y los médicos deben adoptar un enfoque global para la formación en alergia, asegurándose de que todo el personal sabe prevenir, reconocer e iniciar el tratamiento de las reacciones alérgicas.
En esto consiste el fundamento pedagógico de CELCEA
Uno de los aspectos destacados es el entrenamiento en el uso de la medicación de emergencia. 
En esta situación el tratamiento indicado es la administración de adrenalina, de ahí que muchos alérgicos, conocedores de su riesgo, lleven siempre dispositivos autoinyectables para la administración de esta sustancia.
La autoaplicación sólo es factible en presonas preparadas y con un nivel cognitivo adecuado
Además como nos enseñó nuestro primer Asesor Científico, el Dr. Raúl Enrique Cerviño, se deben aplicar sucesivamente Benadryl y Corticoide de acción inmediata, lo que denominamos en CELCEA el ABC de Emergencias Alergológicas.
La ventaja de los autoinyectores es fundamentalmente la sencillez de uso, cuestión prioritaria cuando se tiene que actuar con rapidez.
( Pero no está exenta de riesgo ante su inadecuada práctica, por falta de entrenamiento y/o segura información ).
Hay que tener en cuenta que en caso de que la reacción alérgica derive en anafilaxia, lo único que la revierte es la adrenalina, ( en primera instancia )pero es muy difícil que alguien que no es profesional sanitario tenga la sangre fría de tomar una jeringa, cargarla con la adrenalina calculando la cantidad necesaria, 
(de acuerdo a edad y peso) y la administre (al igual que el Benadryl y el Corticoide, pero se corre con ellos menos riesgos ).
Por ello, tanto los pacientes como los educadores, responsables y tutores deben ser instruidos en identificar los síntomas que sugieren que se está iniciando una anafilaxia, para poner en m
archa un plan de actuación.

Por un lado, los padres deben informar al colegio y explicar lo sencillo que es utilizar la adrenalina en caso de necesidad y, por otro, los docentes necesitan tener la formación adecuada para asumir que este dispositivo, puede salvar la vida a su alumno en solo unos segundos y que la presencia de dicha medicación proporciona seguridad,  en vez de temor.
Además, recuerda que, tras la utilización de un autoinyector de adrenalina, siempre se debe acudir a un centro de urgencias médicas.


Sociedad Latinoamericana de Alergia, Asma e 

Inmunología

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