Enviado por :
Dr. Juan Carlo Amatucci -
Periodista Científico.
Profesor de Educación para la Salud .
Un porcentaje muy alto de la población masculina experimentará a lo largo de su vida alguna patología relacionada con la próstata.
Como este "calvario" ha acompañado al hombre desde que es hombre, son muchos los pueblos que, desde tiempos remotos, han intentado buscar remedios naturales para estas dolencias.
En este sentido los gitanos, especialmente los esparcidos por las zonas de Europa Oriental y Central, descubrieron que las semillas de zapallo podían mejorarlos.
Fue así como la planta de la familia de las Cucurbitáceas, además de su gran valor nutritivo - rica en proteínas, hidratos de carbono, fósforo, provitamina A, vitamina B, C, E - fue altamente valorada por lo cíngaros por sus semillas.
Las semillas de calabaza, entre otros elementos, son ricas en ácido linoleico, sales minerales, proteínas, carotenoides y hormonas vegetales.Por estas propiedades los pueblos nómades las usaban para aumentan la potencia sexual, especialmente en edades avanzadas, pero su uso más importante era para aliviar los síntomas derivados de las patologías prostáticas.
A su vez estas semillas debido a su contenido de cinc, estimulan el sistema inmunitario, acción muy beneficiosa , en los hombres proclives a contraer enfermedades.
Los cíngaros entrados en años se trasladaban de pueblo en pueblo siempre llevando consigo sus valiosas semillas. En ellas encontraban nutrición, vigor y, fundamentalmente, el remedio a los molestos síntomas prostáticos.
Un porcentaje muy alto de la población masculina experimentará a lo largo de su vida alguna patología relacionada con la próstata.
Como este "calvario" ha acompañado al hombre desde que es hombre, son muchos los pueblos que, desde tiempos remotos, han intentado buscar remedios naturales para estas dolencias.
En este sentido los gitanos, especialmente los esparcidos por las zonas de Europa Oriental y Central, descubrieron que las semillas de zapallo podían mejorarlos.
Fue así como la planta de la familia de las Cucurbitáceas, además de su gran valor nutritivo - rica en proteínas, hidratos de carbono, fósforo, provitamina A, vitamina B, C, E - fue altamente valorada por lo cíngaros por sus semillas.
Las semillas de calabaza, entre otros elementos, son ricas en ácido linoleico, sales minerales, proteínas, carotenoides y hormonas vegetales.Por estas propiedades los pueblos nómades las usaban para aumentan la potencia sexual, especialmente en edades avanzadas, pero su uso más importante era para aliviar los síntomas derivados de las patologías prostáticas.
A su vez estas semillas debido a su contenido de cinc, estimulan el sistema inmunitario, acción muy beneficiosa , en los hombres proclives a contraer enfermedades.
Los cíngaros entrados en años se trasladaban de pueblo en pueblo siempre llevando consigo sus valiosas semillas. En ellas encontraban nutrición, vigor y, fundamentalmente, el remedio a los molestos síntomas prostáticos.
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